¿Conoces, como yo, la tortura gustosa,
y haces decir de ti: «¡Oh, qué hombre singular!»
Yo iba a morir. Y aquello en mi alma amorosa
era atracción y miedo, huir y desear.
Angustia y esperanza, indefinible cosa.
En el reloj de arena la hora iba a llegar;
mi tortura se hacía áspera y deliciosa.
Mi corazón perdía su mundo familiar.
Yo estaba como el niño lleno de expectación
que está esperando que se levante el telón...
Y al fin se reveló la verdad dura y fría:
estaba muerto y la terrible aurora
me circundaba. ¿Cómo? ¿No había más ahora?
Estaba alto el telón y la escena vacía.
Charles Baudelaire
2 comentarios:
Les fleurs du mal?
Oui
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